Si tuviéramos que hablar de un líder en el mundo del Periodismo, no podríamos pasar por alto a Joseph Pulitzer, conocido por los famosos galardones que se entregan con su nombre, no sólo en este campo, sino también en Literatura y Composición Musical. Este magnate de la prensa hizo de la publicación neoyorkina The World en el s XIX, centro de reclamo político desde el punto de vista demócrata, además de sus numerosos contenidos sensacionalistas, que combinaban el periodismo de investigación con los titulares más morbosos. Sin embargo, a pesar de basarse en su trabajo, en el terreno de la llamada “prensa amarilla” el inventor fue William Randolph Hearst, que se convirtió en la competencia directa de Pulitzer con New York Morning Journal en 1895. Ambas publicaciones explotaron este género durante la Guerra de Cuba.
Estos dos personajes, como todo buen periodista, destacan por su gran ambición a la hora de investigar y propagar temas de interés públicos. Sin embargo, otra habilidad importante que deben presentar los profesionales de la comunicación, es saber informar de forma objetiva, y como sabemos, tanto Pulitzer como Hearst se dejaban llevar por sus ideologías propias. Es muy importante que nuestras informaciones provengan de fuentes fiables y verificables, y no publicar nada hasta que esté debidamente contrastado, ya que está en juego nuestra credibilidad.
Podemos decir que un periodista ha de ser curioso, objetivo, observador y audaz, así como saber manejarse en el momento de redactar para ser claro y conciso, aportando la información más importante y exacta posible. Para todo ello está claro que es necesaria una formación profesional adecuada, es decir, la carrera de Periodismo, incluyendo prácticas y el estudio de otros idiomas, por supuesto. Sin embargo, para los que no hemos elegido el camino directo, debemos buscar alternativas que nos ayuden a ir desarrollando nuestras habilidades, como escribir nuestro propio blog, por ejemplo.